jueves, 11 de noviembre de 2010

¡Triste felicidad!

Estoy harto, ¡harto de TODO! ¿Dónde quedó mi minoría de edad? ¡La perdí! Y ya no hay vuelta atrás... Y no, no me refiero a perder la virginidad. Mal pensados...

A medida que vamos creciendo, valga la redundancia, nos damos cuenta de que el mundo que nos rodea es peor a medida que transcurre día tras día... ¡Pero sería tan fácil y a la vez tan difícil resolver este hecho! ¡Por favor!, ¿¡qué me está sucediendo!? ¿Vuelvo a las andadas? Pero es que de verdad, te lo juro, te lo prometo... todo lo que quieras pero... ¿por qué nos complicamos tanto la vida? Si quiero hacer algo, ¿por qué no lo hago? Con lo sencillo que sería acercarme y hablar... ¡pero no! No me apetece, no me decido, ¡y ya ni sé que mil estupideces más!

Vale , piensa Francisco, piensa... Sí. Tengo derecho a hablar, y a ser escuchado. Hablar no es tan difícil, pero claro, yo soy gilipollas y me complico la vida a más no poder. ¡Es solo hablar! ¿¡Qué tiene de complicado eso!? El problema es al cerciorarme que de nuevo he perdido la posibilidad, un día más. "Mañana lo haré" pienso, y ese día nunca llega. ¿Pero en realidad cuál es el problema? Porque no tengo ni la más remota idea. Yo creo que ya he interiorizado suficientemente el asunto: sé cómo hacerlo, se lo que conlleva, sé que puedo. ¿A qué temo pues? ¿Por qué demorarlo más tiempo? ¿Es un infortunio a causa de mi osadía de mezclar atracción y amistad, y apartar sentimientos más profundos? ¿Obligatoriamente tiene que conllevar a amor? ¡Por qué me niego rotundamente!

Soy un loco romántico,

un romántico empedernido:
La locura me lleva a la desdicha,
la soledad me arrebata la sonrisa.
Aflora la desgana.


Mi controversia mental: 11:15 AM. "Hora" del recreo. Levantarme, andar, comer y bajar al "escaut"; sentarme a su lado, saludarle y... ¿¡qué más!? Ser natural y dejarme llevar será de lo más difícil... Ser valiente, ¡BASTA YA de tonterías! What's the matter?

Esto empeora por momentos. ¿Romeo y Julieta... culpables?
Son los tontos los que son felices, no los locos. Pero la madurez me devolverá la cordura. Tarde o temprano. Así sea.