Los métodos "ilícitos" serán mis aliados en un futuro cercano. Eso, y que no entiendo por qué las cosas tienen que ser como son.
Cuanto más pienso, siento que no entiendo lo que pienso; pero que tampoco entiendo lo que pienso que siento.
Ahora bebes en Londres... y salpicas allí mismo.*

Un día, seres extraordinarios habitaban en una cueva. Cuan oscura melancolía empañaban sus negros ojos que nunca luz antes habían visto. Termómetros tempestuosos, medían sus perdidas y elocuentes miradas; ¡mas nunca, incesablemente, estarían ni cercanamente seguros de lo que la feliz verdad estaría tramando fuera de sí!
Entiéndaseme, pues, que las palabras no organizadas, y mucho menos pensadas, pueden abrir una gran ventana de fuertes emociones hacia un mundo de infinitas posibilidades. Sin embargo, si mirase enfrente suya, quizá pudiera sentir y experimentarlo...
Cosa que dice, buscásele un amor, que hiciera fuerte y valiente, y arrebatiera en el corazón. Díjole, por segunda vez: querer sentir la pasión, experimentar su grácil sonrisa, escuchar su dulce voz; poseer en fuego el pecho, y respirar el uno por los dos. Entre tanto, su ferviente mirar, agitaba el pasado, el presente colapsaba y el futuro arrebataba. Mas cercanía insana, respiración entrecortada, su esencia que incendiaba, que desatado encierra, flotando, en una pompa de jabón.
Aclarole con estas palabras: "Sueños que no quiero, ilusiones que se apagan, extraño corazón herido, más daño que no quiero le hagan; infinitas sonrisas y dicha desmesurada".
Cuanto más pienso, siento que no entiendo lo que pienso; pero que tampoco entiendo lo que pienso que siento.
Ahora bebes en Londres... y salpicas allí mismo.*

Un día, seres extraordinarios habitaban en una cueva. Cuan oscura melancolía empañaban sus negros ojos que nunca luz antes habían visto. Termómetros tempestuosos, medían sus perdidas y elocuentes miradas; ¡mas nunca, incesablemente, estarían ni cercanamente seguros de lo que la feliz verdad estaría tramando fuera de sí!
Entiéndaseme, pues, que las palabras no organizadas, y mucho menos pensadas, pueden abrir una gran ventana de fuertes emociones hacia un mundo de infinitas posibilidades. Sin embargo, si mirase enfrente suya, quizá pudiera sentir y experimentarlo...
Cosa que dice, buscásele un amor, que hiciera fuerte y valiente, y arrebatiera en el corazón. Díjole, por segunda vez: querer sentir la pasión, experimentar su grácil sonrisa, escuchar su dulce voz; poseer en fuego el pecho, y respirar el uno por los dos. Entre tanto, su ferviente mirar, agitaba el pasado, el presente colapsaba y el futuro arrebataba. Mas cercanía insana, respiración entrecortada, su esencia que incendiaba, que desatado encierra, flotando, en una pompa de jabón.
Aclarole con estas palabras: "Sueños que no quiero, ilusiones que se apagan, extraño corazón herido, más daño que no quiero le hagan; infinitas sonrisas y dicha desmesurada".