
Y, ¿cómo no? Aún tengo que ducharme, preparar todas las cosas... todo eso. Ya forma parte de mí el dejar las cosas para el último día, viene de familia. Eso sí, ¡a ponerse guapo y a sacar miles de fotos! ¡Qué no salgo de España todos los días! Solo la vez que fui a Gibraltar... ¡Ah bueno y cuándo fui a Portugal! Pero no sé, no es igual. Lo verdaderamente emocionante es que son culturas distintas. ¿Os podéis imaginar todos los prejuicios y avisos que estoy recibiendo de Túnez? Es increíble... lo único que hacen es ponerme más nervioso de lo que estoy.
Luego está el tema del hotel... ¿Ambulante? ¿Agua envenenada? ¿Condiciones higiénicas de película de terror? ¿Y con quién me tocará en la habitación? Como siempre, eso es un gran misterio... En fin, no será por no habérselo mencionado a unas cuatro personas. Aunque bueno quizás... merezca realmente la pena. ¡Ya veré qué pasará! Quizás me lleve una agradable sorpresa.
Y pensar que para estar allí solo me queda unas horitas... Salimos a las 03:30. En fin, quería poner un contador y tal pero como he perdido tanto tiempo intentándolo y sin conseguir nada, ¡me rindo! Lo que me hacía falta, dejar las cosas para el final del final. ¡Me voy velozmente! O no tanto... es que soy yo, jaja.